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CRÍTICAS El vuelo (Flight)

Ficha técnica
Director: Robert Zemeckis
Guión: John Gatins
Música: Alan Silvestre
Reparto: Denzel Washington, Kelly Reilly, John Goodman, Don Cheadle, Bruce Greenwood, James Badge Dale, Melissa Leo, Nadine Velazquez, Brian Geraghty, Dane Davenport, Tamara Tunie, Garcelle Beauvais, Alex Frost, Kwesi Boakye, E. Roger Mitchell
Estreno: 25 enero 2013
Duración: 138 min. 

Nominaciones
Oscars: 2 nominaciones como mejor actor y guión original
Globos de Oro: nominado a mejor actor drama
Critics Choice Awards: nominada a mejor actor y guión original
Satellite Awards: Mejores efectos visuales

Sipnosis
Whip Whitaker (Denzel Washington) es un piloto comercial con serios problemas de adicción al alcohol y a las drogas, pero su vida sufrirá un giro inesperado cuando logre realizar un aterrizaje de emergencia imposible, gracias al cual salvan la vida casi toda el pasaje y la tripulación. En un principio será  agasajado como un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, comienzan a sobrevolar sospechas sobre el papel que desempeñaron las adicciones del capitán sobre el accidente. Tendrá el apoyo del sindicato de pilotos, que contratará a un abogado sin escrúpulos, Hugh Lang (Don Cheadle), para salvar el pellejo de Whitaker. Pero la imposibilidad de superar su alcoholismo pondrá en peligro todos los esfuerzos para defender su inocencia.


En el transcurso de la historia se cruzará en la vida de Whitaker Nicole (Kelly Reily), una drogadicta que acaba de sobrevivir a una sobredosis y que lucha por abandonar las drogas. Este personaje intentará que el piloto abandone las drogas y el alcohol y recupere su vida. También aparecerá para “arreglar “  algunas situaciones límite el peculiar camello de Whip, Harling Mays, interpretado por el siempre memorable John Goodman.


La ficción supera a la realidad
La película se inspira muy libremente en el accidente que sufrió el  Vuelo 261 de Alaska Airlines el 31 de enero del año 2000 en el Océano Pacífico, 4,3 Km al norte de la isla Anacapa, California. Los pilotos, tres tripulantes de cabina y 83 pasajeros a bordo fallecieron cuando el avión cayó al mar. La causa principal fue la pérdida de control de la nave por  el desgaste excesivo de una tuerca ACME del estabilizador horizontal. Uno de los hechos que llamaron mucho la atención fue que los pilotos intentaron que el avión volara invertido para detener su caída pero, a diferencia de la ficción que relata esta cinta, el resultado fue catastrófico.

Realmente el accidente real es una mera excusa para sumergirnos en otro tipo de catástrofes más humanas y no menos destructivas: las adicciones. Zemeckis nos presenta desde el principio a un personaje, Whip Whitaker, a merced de sus adicciones al alcohol y a las drogas; hasta el punto de pilotar totalmente “colocado” en el momento del accidente. Resultará contradictorio observar el absoluto control de la situación del comandante en el momento crucial, a pesar de estar totalmente bajo el efecto de las drogas y el alcohol. Asistiremos a su encumbramiento como el héroe que fue capaz de una genialidad que salvó la vida de casi todo el pasaje para luego verle caer, esta vez sin avión, víctima de la sospecha.


La adicción
La verdadera historia que narra El vuelo es, como dice el guionista John Gatins, “la personalidad de un tipo que está lidiando con sus propios demonios”. Un personaje que no tiene ningún tipo de control sobre su vida pero que cuando se enfunda el traje de piloto aparentemente es una persona de confianza. Estás contradicciones están muy bien plasmadas en la película merced a un guión muy bien trabajado y realista (según Gatins, "parte de mi vida personal se hizo con un hueco en el guión"), aunque para muchos el final es demasiado moralizante, y de una realización por parte de Zemeckis que en algunos momentos vuela a gran altura, como la secuencia del hotel en las vísperas del juicio. Observaremos cómo cualquier objeto o lugar relacionado con el consumo de drogas es capaz de despertar el ansia incontenible por consumirlas, de cómo el estrés asociado a la investigación del accidente desencadena una búsqueda de esas sustancias y su consumo de forma desaforada.


La interpretación
Por encima de todas sobresale el formidable trabajo de Denzel Washington, que otorga a su personaje una profundidad y  una variedad de matices imprescindibles para representar las continuas contradicciones de un adicto. Kelly Reilly está correcta pero no sobresale; John Goodman, como no podía ser de otra manera, llena la pantalla con su arrolladora personalidad en los contados momentos en los que sale y Don Cheadle, está magistral representando algunos "trapicheos" que demuestran lo difícil que es creer que justicia y ley vayan de la mano.


Nota: 7,5/10

Lo mejor: la escena del accidente, el primer encuentro de Whitaker y Nicole en el hospital y por encima de todas la escena del hotel, la noche anterior al juicio.

Lo peor: en algunos momentos resulta un tanto irregular. Para muchos el final puede ser demasiado moralizante porque prima la vertiente más comercial para dejar un poso positivo. En su descargo diría que es una película que va dirigida especialmente a los adictos, que trata de transmitirles la idea positiva de que se puede vencer el infierno en el que viven. Para algunos de los que hayan visto la película este  desenlace no les va a gustar porque preferirían un final con un Whitaker hundido en la mierda, pero creo que tan real es la gente que se destruye hasta la muerte como los adictos que sanan y reconducen su vida.

-Juan Martos-

2 comentarios:

  1. Muy buena la página. Te paso nuestro link, también hacemos críticas de cine:
    http://persimovies.wordpress.com/ Si te interesa podemos intercambiar enlaces. Saludos!

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  2. A mi la pelicula me ha gustado mucho,Denzel Washington nos deleita con un papelon en toda regla.La primera media hora del film se pasa tan rapido que no me pude dar cuenta del tiempo hasta que lo vi en la pantalla. Lo dicho gran film que se interesa por esas personas que lo han pasado mal con el alcohol y las drogas.

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